¿Qué son?

Los gusanos parasitarios (helmintos) pueden encontrarse en el tracto intestinal, en el tracto urinario o en el flujo sanguíneo de los humanos.

Existen varios tipos de gusanos, pero los más comunes en todo el mundo son los nematodos intestinales o helmintiasis trasmitidas por el suelo, las esquistosomas (los parásitos de la esquistosomiasis) y los gusanos filiformes (que causan la filariasis linfática y la oncocercosis). Puede obtener más información sobre la oncocercosis y su control en OMS.

La infección suele determinarse por la presencia de huevos o gusanos en las muestras biológicas usando un microscopio u otras técnicas modernas

  • Geohelmintos

    Ascaris lumbricoides

    Los geohelmintos más comunes son Ascaris lumbricoides (ascárides comunes), Trichuris trichiura (tricocéfalos) y dos especies de anquilostomas: Necator americanus y Ancylostoma duodenale.

    La infección de geohelmintos crónica puede retrasar el crecimiento, el aprendizaje y la educación infantil. Es muy raro que la infección por geohelmintos produzca la muerte, pero debido a que puede pasar desapercibida durante mucho tiempo, es posible que las personas desarrollen altas intensidades de infección durante un período de tiempo largo. Mientras más alta sea la intensidad de la infección, peor serán sus efectos.

    La infección crónica con Ascaris y Trichuris durante la infancia puede producir desnutrición y retraso en el crecimiento. La infección fuerte con anquilostomas produce anemia, en especial, entre la población infantil y las mujeres en embarazo.

  • Esquistosomiasis

    Varios gusanos esquistosomas parasitarios causan la esquistosomiasis, que produce dos formas principales de enfermedades clínicas: esquistosomiasis urinaria, producida por Schistosoma haematobium, y esquistosomiasis intestinal, producida por Schistosoma mansoni en África, el Medio Oriente, el Caribe y Latinoamérica o por Schistosoma japonicum en Asia.

    La infección con esquistosoma puede resultar en enfermedades clínicas graves cuando los huevos del parásito quedan atrapados en las paredes del intestino o de la vejiga, o en el hígado. La respuesta inmunitaria contra los huevos atrapados puede producir inflamación o fibrosis, un exceso de tejido conectivo fibroso.

    La esquistosomiasis urinaria causa enfermedades en la pared de la vejiga, lo cual produce formación de úlceras, sangre en la orina y dolor al orinar. La inflamación y las úlceras en la pared de la vejiga y en la uretra puede producir obstrucción en la vejiga, insuficiencia renal, lesiones en los tractos genitales y un aumento en el riesgo de cáncer de vejiga.

    En la esquistosomiasis intestinal, se produce un crecimiento progresivo del hígado y del bazo y daño intestinal, que puede tener consecuencias graves y mortales. La esquistosomiasis también puede producir perturbación crónica del crecimiento y contribuir a la anemia, en especial en los niños.

  • Filariasis linfática

    Elefantiasis

    La filariasis linfática es causada por una especie de gusanos filiformes, o nematodos, transmitidos por mosquitos. Wuchereria bancrofti produce hasta el 90% de las infecciones. En partes de Asia, la filariasis linfática es causada por Brugia malayi y Brugia timori. Varias especies de mosquitos transmiten estos gusanos: Mosquitos Culex en áreas urbanas y semiurbanas, mosquitos Aedes en el Pacífico y mosquitos Anopheles en entornos rurales, en especial, en África. Los mosquitos Anopheles también portan la malaria.

    Aunque muchas infecciones no presentan síntomas y no producen enfermedades clínicas, virtualmente todas causan daños en el sistema linfático y un 40% de las infecciones presentan insuficiencia renal. Las infecciones tempranas pueden producir fiebres filarias, caracterizadas por episodios periódicos de malestar, fiebre y escalofrío, al igual que el crecimiento de los nodos linfáticos.

    La infección de filariasis linfática produce desfiguraciones e incapacidad. Puede provocar hidrocele, o acumulación de líquidos en la bolsa que rodea los testículos, y linfedema, o elefantiasis, inflamación de las piernas y, ocasionalmente, de los genitales y de las mamas.