Varios gusanos esquistosomas parasitarios causan la esquistosomiasis, que produce dos formas principales de enfermedades clínicas: esquistosomiasis urinaria, producida por Schistosoma haematobium, y esquistosomiasis intestinal, producida por Schistosoma mansoni en África, el Medio Oriente, el Caribe y Latinoamérica o por Schistosoma japonicum en Asia.
La infección con esquistosoma puede resultar en enfermedades clínicas graves cuando los huevos del parásito quedan atrapados en las paredes del intestino o de la vejiga, o en el hígado. La respuesta inmunitaria contra los huevos atrapados puede producir inflamación o fibrosis, un exceso de tejido conectivo fibroso.
La esquistosomiasis urinaria causa enfermedades en la pared de la vejiga, lo cual produce formación de úlceras, sangre en la orina y dolor al orinar. La inflamación y las úlceras en la pared de la vejiga y en la uretra puede producir obstrucción en la vejiga, insuficiencia renal, lesiones en los tractos genitales y un aumento en el riesgo de cáncer de vejiga.
En la esquistosomiasis intestinal, se produce un crecimiento progresivo del hígado y del bazo y daño intestinal, que puede tener consecuencias graves y mortales. La esquistosomiasis también puede producir perturbación crónica del crecimiento y contribuir a la anemia, en especial en los niños.